August 10, 2022
La crianza tradicional Goblin de Kasim le dio dos grandes lecciones para la vida: el valor incomparable de los tesoros sobre todo lo demás y la importancia primordial de buscarlo de forma incesante. Es por esto que Kasim se educó en las artes del saqueo de tumbas y el robo desde una temprana edad, y siempre prestó mucha atención a los rumores sobre tesoros para saber dónde probar suerte a continuación.
De todos los incontables enemigos que Kasim cosechó por toda Aurelica, los que más lo detestaban eran las caravanas mercantes que atravesaban el Desierto de Crisas, ya que su grupo de ladrones goblins en constante expansión han saqueado esas rutas a hasta el hartazgo usando magia de prestidigitación para anular a los guardias más determinados. Además, Kasim es solo el más talentoso de este grupo de muy talentosos ladrones que abarcan especialidades como el cavado de túneles subterráneos y la producción de explosivos. Así, Kasim y su alegre banda pronto acumularon una fortuna sorprendentemente grande en apenas unos años.
La banda de Kasim pronto llegó a ser la organización aislada más acaudalada en territorio goblin, lo suficientemente rica como para obligar incluso a su supuesto líder, Gubeg, a ofrecerles un acuerdo de cooperación. Pero Kasim no es ningún tonto, y no tardó en darse cuenta de que la cobardía natural de Gubeg y su excesiva dependencia de la bestia Horace lo vuelve vulnerable a un cambio de gobierno. Fue entonces cuando Kazim comenzó a tramar junto a las otras facciones de Crisas un plan para establecerse como el líder legítimo de los goblins.