Cuenta la leyenda que las vastas tierras de arena de Crisas se formaron hace mucho tiempo durante la guerra entre los Titanes y el Dios del Caos. Hoy en día, Crisas está habitada principalmente por goblins y orcos, entre algunos humanos y otras razas. Durante siglos, emocionantes historias de aventuras y misteriosos artefactos antiguos han atraído a innumerables buscadores de tesoros codiciosos a este desierto dorado aparentemente ilimitado.

Situada al este del Mar de la Estrella Caída, la Ciénaga Escamadragón es una región pantanosa habitada por una variedad de razas reptilianas de sangre fría, incluidos los Hombres Lagarto. Los dragones habitaron una vez estas marismas y, por lo tanto, guarda los restos enterrados de muchos de ellos. Muchos dicen que la energía elemental que brota del pantano proviene de las escamas de dragón enterradas aquí. Algunos incluso afirman que una pequeña cantidad de descendientes de dragones todavía acechan en el interior brumoso de la región.

Las Ciudades Libres fueron una vez una provincia que perteneció al Imperio de Luz Sagrada. Conocidas por su bullicioso comercio y su cultura de mente abierta, las Ciudades Libres atrajeron a ambiciosos aventureros de todo el mundo. Sin embargo, sus valores y creencias entraron en fuerte conflicto con los del Imperio, y las tensiones se intensificaron gradualmente hasta que estalló una sangrienta rebelión. Después de que el Magistrado Imperial fuese derrocado y expulsado, las Ciudades Libres declararon su independencia del Imperio y, con el tiempo, se terminó convirtiendo en la confederación libre que hoy conocemos.

El hombre al que ahora llamamos Emperador Gilbert, el fundador del Imperio de la Luz Sagrada, fue una vez un subordinado del Sagrado Rey Carlos. Gilbert se ganó la confianza de su rey en virtud de su destreza militar. Tras la muerte del Sagrado Rey, Gilbert hizo uso de su prestigio y sobresalientes habilidades de liderazgo para establecer el brillante Imperio de la Luz Sagrada y lograr lo que incluso el Sagrado Rey Carlos no pudo: la unificación de todo el continente bajo el gobierno de un hombre.

Lasir fue una vez el reino más poderoso del continente. Carlos, el Sagrado Rey de Lasir, era un talentoso estadista y estratega militar, y a través de sus audaces campañas logró unificar los reinos humanos dispersos y divididos bajo una sola bandera: la Cruz Flamígera. Fue esta hazaña lo que le valió el nombre de "Sagrado Rey". El Lasir de hoy puede no ser tan brillante como en días pasados, pero su gente sigue profundamente orgullosa de su antigua gloria.

Tras la invasión del Dios del Caos, la antigua patria de los elfos se redujo a cenizas en una explosión cataclísmica. Con el paso de los siglos, esta isla desolada fue recuperando gradualmente su vitalidad. Los seguidores del Dios del Caos se reunieron aquí para establecer su oscuro culto. Llamándose a sí mismos los "Saqueadores de Almas", creen que el Dios del Caos volverá a visitar el mundo para limpiarlo de su corrupción e hipocresía.

Después de que la tierra natal de los elfos fuera destruida hace mil años, se vieron obligados a emigrar a los Bosques Silvanos, donde fueron recibidos por la tribu Bestiasangre. Sin embargo, a lo largo de los siglos, los elfos corrompieron los confines occidentales de los bosques mediante el abuso de energías arcanas y se vieron obligados a trasladarse una vez más hacia el este, donde permanecen hasta el día de hoy. Los elfos llamaron a su nuevo hogar el "Bosque Astral" para expresar su devoción al poder divino de las estrellas.

Según el mito de los enanos, esta vasta extensión de hielo es el cementerio de los primeros grandes Titanes, y sus antiguos restos son la fuente de la inagotable energía elemental que se esconde aquí. Fue en esta gélida tundra donde los enanos establecieron su Reino de la Montaña, que es una federación de los cuatro clanes principales enanos. Sin embargo, los enanos no son los únicos que habitan en los Glaciares Titánicos: una variedad de tribus libres dispersas también se ganan la vida a duras penas en esta tierra implacable, y estos salvajes guerreros son conocidos como los "Salvajes de la Nieve".