Imogen

No cabe duda de que la nueva reina de Talin no podría haber llevado a cabo tantas reformas impresionantes si no fuera por el apoyo de su amiga cercana Imogen, una Maestra de Espadas Lunar de las formas antiguas y compañera descendiente de los fundadores de Talin, quien trabajó detrás del telón para reforzar la base de poder de Tia. Sin embargo, la devoción de Imogen por su reina no está exenta de dudas. Como discípula de las Espadas Lunares, Imogen conoce bien la historia del juramento que hizo la primera Espada Lunar con la reina Anna Animalaya para crear una sociedad matriarcal caracterizada por el empoderamiento femenino. Dice la leyenda que la fundación de Talin como matriarcado en el noreste de Aurelica estaba escrita desde el momento de su concepción.

Imogen también difiere sustancialmente de su reina en el temperamento, la frialdad de los años de duro entrenamiento con los Maestros de Espadas Lunares templaron su propensión a sonreír, lo cual contrastaba bastante frente a la exuberante positividad de Tia. Al fin y al cabo, los mitos populares talineses siempre han sostenido que existe una conexión especial entre la Diosa de la Luna, definitivamente femenina, y aquellas mujeres llamadas a la rigurosa vida de una Maestra de Espadas Lunar, una profesión que se dice inaccesible para todos los hombres que carecen de las bendiciones de la Diosa Lunar matriarcal. No cabe duda de que hay una extraña hechicería involucrada, ya que esta misteriosa orden de ninjas mujeres puede aparentemente aniquilar a poderosos enemigos con extrañas espadas en forma de luna. El empoderamiento femenino es tanto una fuente de orgullo como de responsabilidad para las tradicionalistas Maestras de Espadas Lunares, responsables en gran parte de la seguridad de Talin a lo largo de los siglos.

Fue Imogen, quizá más que cualquier otro de los ayudantes y asesores más cercanos de la nueva reina, quien trabajó en secreto para asegurar que el poder de su amiga permaneciera intacto a lo largo de sus titánicas reformas de la sociedad talinesa. Tradicionalista de corazón y representante de una organización muy tradicional, Imogen no podía disimular su creciente malestar con el ritmo de reformas de Tia, ni con la misión fundacional de su organización de asegurar el matriarcado de Talin. Sin embargo, a diferencia de algunas de sus compañeras, Imogen reconoce que ciertos aspectos de la sociedad talinesa deben cambiar, y apoya y respeta el deseo de su reina de hacerlo. Por desgracia, las dudas de Imogen no han hecho más que crecer a medida que la sociedad talinesa se vuelve cada vez más irreconocible para muchos de sus sabios y se asemeja a las ciudades circundantes.