September 7, 2022
Ningún miembro de la familia real se había fijado en Nerón, un humilde hijo de plebeya, antes de que se hiciese con el trono imperial de Hirschbuck. A ojos de los demás, no era más que un simple peón en la batalla por el trono. De los 11 príncipes hijos del antiguo Rey Reinhardt, tanto el séptimo príncipe, respaldado por la Alta Tesorería Imperial, como el primer príncipe, con estrechas relaciones con la Ciudadela Sagrada, partían con una gran ventaja en la batalla por el trono.
Nerón pudo vivir en la corte real, a pesar de ser hijo de una concubina, gracias a su estatus especial de “niño nacido en la luna del eclipse”. Solamente el supersticioso Rey Reinhardt creyó las palabras del Maestro Astrólogo: “Un niño nacido en la luna del eclipse está destinado a poseer un gran poder, tan formidable como destructivo”. Quizás fue esta profecía lo que cambió el destino de Nerón.
Nerón creció bajo las miradas despectivas de los poderosos sin que a nadie le importara si vivía o si moría. Para mantenerlo a salvo durante la cruel batalla por el poder, su madre, una doncella ordinaria, comenzó a servir a la princesa Maisie, madre del séptimo príncipe. Era una mujer orgullosa y dominante que mostraba un gran desdén por Nerón y por su madre mientras fingía aceptarlos, tan solo para mostrarle a Reinhardt su cara más generosa y amable. Nerón recordaba como su madre era continuamente torturada y humillada por la princesa Maisie, y como esta lo soportaba todo para asegurarse de que Nerón pudiese acompañar al séptimo príncipe en sus clases de magia y en la academia del palacio. Por las noches, su madre le insistía para que practicara sus hechizos, el combate y todas las habilidades necesarias para hacerse más y más fuerte.
Cuando el poder del hielo despertó en la sangre de Nerón durante una violenta y sangrienta batalla, finalmente se dio cuenta de que la profecía del Astrólogo era cierta. Nerón, que había permanecido inactivo durante tantos años, finalmente vio el momento de contraatacar. Con el rey Reinhardt gravemente enfermo, aquellos que lo habían despreciado y humillado pagarían por sus acciones…