April 27, 2022
Asrina estaba marcada para el sufrimiento desde que nació como marginada entre los elfos por su herencia parcial de dragón, así como una marginada entre los dragones debido a su deshonrosa condición de mestiza.
Quizá Asrina se haya dado cuenta de su bajo estatus social, pero no de toda la depravación del plan de la Suma Sacerdotisa dragón Savanna para su vida, uno de los pocos miembros de su clan adoptivo que trató a Asrina con algo de amabilidad, hasta mucho después. De hecho, Asrina había sido marcada desde su nacimiento por una ceremonia muy inusual transmitida a través de los clanes de dragones durante generaciones, y que exigía un sacrificio cada mil años al antiguo Dios Dragón a cambio del regalo de un poder mayor al que se había concedido a cualquiera de las otras razas de Aurelica. Se pensaba que la falta de un sacrificio, si no se cumplía, desataría inmediatamente la ira de esta divinidad sobre toda la especie, y sin embargo podía evitarse fácilmente ofreciendo una especie de cordero de sacrificio.
De esta forma, Asrina había sido preparada desde nacimiento como la marginada de su tribu para cumplir el papel que le correspondía en esta antigua ceremonia, marcada antes de su nacimiento por la anterior Suma Sacerdotisa, y por su parte Savanna se sentía parcialmente responsable del poco envidiable sacrificio de Asrina y un ocasional momento de piedad por la joven destinada a las llamas. Sin embargo, de alguna manera el sacrificio no se llevó a cabo. Una nueva y poderosa facción nunca vista durante los días de los dragones surgió en Aurelica: el Imperio Hirschbuck, y con ellos un poderoso y dedicado contingente de magos especializados en la caza de dragones. Estos cazadragones habían aniquilado a gran parte del pueblo de la Suma Sacerdotisa Savanna ante sus propios ojos, lo que llevó a la otrora piadosa sacerdotisa a unirse a los dragones liches en un intento desesperado por salvar a su pueblo mediante una unión con la Oscuridad.
La noticia de que Savanna se había alejado de la Luz hizo que Asrina localizara y suplicara a su antigua Sacerdotisa que volviera a su Dios Dragón. A Savanna no le importaba el sacrificio del Dios Dragón ni complacer a su descarriada discípula en ese momento, y reveló sin tapujos la verdadera naturaleza del destino final de Asrina si los Cazadores de Dragones del imperio nunca hubieran invadido sus tierras. Asrina se retiró de su presencia profundamente conmocionada, decidida a investigar la verdad del asunto. Lo cierto es que la terrible destrucción de su pueblo había salvado a Asrina de un destino aún peor a manos de sus supuestos hermanos. La invasión la había liberado para decidir su propio destino, sin ser elfa ni dragón, ni estar bajo las ataduras de nadie en Aurelica…
Al final, Asrina sobrevivió a la fecha que se suponía era el día de su sacrificio, en el que no hubo pruebas del disgusto del Dios Dragón. Más bien al contrario, ya que ese día Asrina fue alcanzada por un rayo que la dejó prácticamente ilesa y con un conjunto de nuevos poderes mágicos. Recientemente fortalecida por sus sensibilidades mágicas adicionales, aunque muy confundida por su origen y naturaleza, Asrina está decidida a convertir el odio hacia su antiguo pueblo, que habría preferido sacrificarla antes que incorporarla a la comunidad, en una campaña de destrucción contra toda la raza dragón…